Había una vez en un lejano
planeta llamado Perspita donde las máscaras humanas caminaban por la calle
sin pausa y con prisa porque llegaban tarde al trabajo, escuela y a sus obligaciones como de
costumbre; pues ya no poseían tiempo para la vida real. Sin embargo,
Lince, el personaje principal deambulaba por el puente de los sueños rotos
hacia alguna parte de la lejana galaxia en la que se encontraba, también
conocida como G304. Pensaba en todo lo que había pasado durante su
existencia e iba puesto de una nueva droga que le había pasado su amigo de
la infancia Will Stoker, le advirtió que haría cosas que jamás se le hubieran
pasado por la cabeza y que acabaría lejos de lo que alguna vez le
causo dolor...
Así fue, ya que se encontraba
en medio de un campo inmenso rodeado de árboles con frutas de oro, había un río
de diamantes y hasta una cabaña de lujo especialmente fabricada para
él; así que nuestro protagonista decidió adentrarse en su nuevo hogar y la
verdad es que le fascinó porque estaba hecho a su medida, al
final se quedó por un largo tiempo y decidió el mismo día de su llegada irse
hacia el río de diamantes para darse un buen chapuzón y después recolectar un
poco de fruta para cenar aunque ya habían alimentos, bebidas y utensilios
en la casa.
Lince no sabía si todo lo que
estaba sucediendo era producto de su imaginación por lo mucho que le había
pegado el nuevo invento de su amigo o si era real lo que estaba viviendo,
prefirió disfrutar del gran momento que tenía delante, de hecho, no le podía
encantar más su nueva vida; de repente, sonó la alarma y despertó en la cama de
siempre.