Había una vez una mujer de veinte años que buscaba sin cesar el
verdadero amor, la llamaban Linda Rosales y tenía una personalidad increíble,
además su belleza le daba crédito a su nombre. En medio de las montañas más
altas del planeta Cronos, nuestra protagonista construyó su propia cabaña con
una habitación, una cocina y un baño pequeño con ducha integrada, estaba en una
galaxia lejana llamada Zafiro, todos los días se levantaba a las seis de la
mañana para empezar el día con más ganas o al menos era su manera de pensar;
había sufrido tanto en su vida pasada que solo vivía feliz sin esperar nada de
nadie y también, no paraba de buscar la verdad aunque le resultase horrible o
aunque fuese la más bonita de todas, no le importaba nada después de las miles
de especies que había visto morir en la Tierra. Se olvidó del mundo
exterior, Linda Rosales estaba buscando fuera de sus límites lo que había
perdido en el interior y se preocupaba siempre por cultivar sus pensamientos de
la manera más sana posible para vivir mejor.
Un día mientras andaba por el camino de los tréboles de la suerte, se encontró
con un forastero que se hacía llamar Corintio Crintos era un tipo alto y guapo.
Linda le pregunto cómo había parado en Cronos, siendo un planeta desierto
porque casi nadie sabía de su existencia. Él le respondió que estaba huyendo de
una terrible guerra en el planeta rojo y que había perdido a sus seres queridos
en la Tierra, por eso fue para la plataforma espacial que la NASA había
construido en Marte y así poder robarse una nave espacial para irse lejos de
tanta masacre y miseria junta, lo consiguió y acabo en Zafiro. Empezó a hablar
y le dijo que le llamaban Cori y que su nombre era Corintio Crintos, le contaba
que venía de muy lejos; de la vía láctea para ser más exactos, era un gusto
conocer a Linda Rosales y que estaría encantado de quedarse con ella por el
resto de su vida porque se había enamorado sólo con verla. Le pareció la mujer
con la que siempre había soñado y que era la más hermosa de todo el universo.
Siempre caminaban juntos e iban siempre que las circunstancias los dejasen para
restaurantes diferentes, después de dos meses conociéndose decidieron irse a
vivir juntos para una cabaña más grande y se mudaron al bosque de las hadas de
Yennis, esos dos tortolitos se entendían mejor que nadie y se amaban muchísimo;
por eso pensaban siempre en estar juntos.
Sin embargo, ninguno de los dos daba el siguiente paso que sería unirse en
matrimonio espacial, que valdría en cualquier galaxia y por tanto, en cualquier
planeta del universo entero; hasta que un día viernes, Corintio le dio la
sorpresa a nuestra protagonista, la llevó a un restaurante de comida terrestre
y le pidió matrimonio por medio de un pastel de queso, el postre favorito de
Linda. Se quedó de piedra y no pudo contener las lágrimas de felicidad, le
soltó un “sí, acepto” profundo y sincero, ella lo beso y él la abrazo con más
fuerza que nunca; después de casarse se fueron de luna de miel a la playa del
diamante que había en un planeta violeta llamado Venus, el mar contenía piedras
preciosas de distinto colores y tamaños, el color de sus profundas aguas
dependía del color de la piedra que tuviese en su interior; parecía un arco
iris inmenso.
Tres semanas después de que volviesen de la luna de miel, Linda le soltó a su
esposo la mejor noticia de todas, le dijo que estaba embarazada y se pusieron
más que contentos porque iban a formar una familia juntos; Corintio era el amor
de su vida y también, el ángel de sus historias fallidas y a Cori le gustaba
hasta los defectos de Linda, desde que la vio sabía que no se la quitarían tan
fácil de la mente y así sucedió porque la princesa de oro se le había clavado
directo al corazón; se pusieron a bailar de alegría, luego cantaron una
canción que se inventaron cuando apenas estaban saliendo y comenzaron a besarse
como dos chiquillos enamorados. Se amaban y querían permanecer unidos hasta la
eternidad.
Arco iris de mi vida, iris que controlas la cantidad de luz que entra por nuestros bellos ojos y arco del rey que iluminas la costa murciana con tus estrellas brillantes. ¿Dónde se esconde la verdad? Será que solo existe la interpretación, nunca fuimos actores o quizás solo hay que seguir buscando.