“Los animales” tienen el corazón más puro que he conocido en mi vida, me encantaría tener muchos más animales. Pero para eso necesito una casa en el campo, los seres humanos no somos tan buenos, pero tampoco somos malos. Simplemente algunos no han aprendido a amar de verdad y por eso cuesta tanto entendernos. ¿Como podemos entender un sentimiento que no conocemos? No lo sé, la respuesta la veo en los ojos de estos preciosos bebés…
Son tan especiales como nuestro planeta tierra; como el sol que nos da luz cada día, como la estrella más brillante del cielo, como los príncipes del pasado y del futuro. Kitty y Minnie gracias por venir a mi vida, las veo con su personalidad tan ilesa, son tan diferentes una de otra, pero adoptarlas fue una de las mejores cosas que me ha pasado en esta vida.
Empezaré a presentarlos desde el principio hasta el final, el pequeño Príncipe, que ya no es tan pequeño. Ha crecido un montón, pero es un perro increíble con mucho amor para dar y recibir. Le encanta comer de todo tipo de comida y aunque a veces es un desastre, es su manera de divertirse. Así que me encanta ese travieso, con sus arrebatos y con sus destrozos. ¿Acaso la vida no se trata de eso? De enterrar lo malo, y de embriagarse de lo bueno que te trae cada día.
Me he equivocado muchas veces en la vida, me arrepiento de algunas cosas, de otras no tanto. Pero nunca dejaría a estos pequeños sin un hogar, aunque a veces pasen de mi. ¿Es la naturaleza de los gatos no? Que va miento, ellos dan amor incondicionalmente. Pero bueno seguimos con la pequeña Minnie, cuando llegó era un desastre porque Kitty (la vieja de la casa) no la aceptaba. Poco a poco se fueron haciendo hermanas y ahora no pueden estar sin la compañía de la otra; le costó un poco adaptarse a su nuevo hogar, pero al final se que nos quiere y que estará siempre a nuestro lado. Ella es la pequeña terremoto de la casa, pero es increíble. Te ve con esos ojitos verdes cuando estás comiendo para que le des un poco, como decirle que no.
Kitty es tan especial, siempre quiere que le den cariño. Con ella conocí lo que era tener un gato por primera vez en la vida, no me gustaban los gatos pensaba o quizás era miedo a lo desconocido. Pero poco a poco se fue ganando mi corazón, hasta el punto de que no sabría qué hacer sin ella. Kitty ha estado en mis mejores, peores y buenos momentos. Es muy buena aunque no le traigas más gatos a casa porque se vuelve loca. Por lo demás, acepta a los humanos y siempre quiere que la acaricien. Ella solo come su pienso, es como la reina de la casa o eso piensa ella. Para mi ellas dos son las princesas encantadoras de la casa que no te piden nada a cambio de tantito amor.
Seguimos con los gatos, la pequeña Sol, la gatita que adopte para mis padres. Ellos se lo pensaron mucho al principio, pero al final ella les robó el corazón. Ella es como una niña de tres años que quiere atención como sea, tiene tanta energía y su manera de demostrar amor es a mordiscos. Cada quien ama a su manera. Pero Sol brilla tanto cuando la veo, que me encanta ir a verla. Ella observa todo, es muy atenta y hace caso a los humanos. Algo muy difícil en un gato. Le encanta jugar con otros animales, juega hasta con Príncipe que le gana en altura y en mordiscos. La curiosa de Sol es una gata preciosa, siempre la querré a esa pequeña loca.
Estrellita (la pequeña Pomerania) que vino a dar tanto amor a su familia, era una bola de pelo cuando la conocimos. Tiene un genio de “bad girl” cuando no conoce a alguien o siente que no es de su agrado. Pienso que es más de lo segundo, solo es un perrito que sale a todas partes como si fuese una niña de cinco años, la llevan en un pequeño bolso. Conoce todo tipo de sitios, desde bares hasta las playas de Guardamar. Su perronalidad es de una princesa mimada, pero es increíble, aprendió a vivir con una buena familia y se adapto demasiado bien a la vida humana. Creo que prefiere estar con seres humanos que con perros.
Ya presente a todos estos animalitos preciosos, espero que os haya gustado mi narración sobre ellos. Tanto como yo disfruto de la compañía de estos seres tan maravillosos. Y aunque a veces no sea la mejor en muchas cosas, a ellas nunca les faltará comida ni agua, ni muchos menos amor mientras yo esté viva. ¡Eso es todo por hoy amigos!