Voy a narrar la bonita historia de un dragón llamado Dracón, un tipo grande
con una piel oscura de color verde militar con manchas color esmeralda, tenía
unos preciosos ojos color miel que llegaban a brillar tanto como el sol, vivían
literalmente en las alturas ya que los dragones estaban acostumbrados a vivir
en plataformas flotantes, se desplazaban por los cielos y se quedaban en un
sitio seguro, fabricadas por un físico nuclear llamado Marc Miller, muy
respetado entre los dragones y diseñadas especialmente para moverse fuera de
tierra firme, tanto como ellos. Vivían en casas flotantes para ser más directos.
Dracón estaba un día cualquiera volando por encima de las nubes cuando se encontró
con una dragona, que le llamo mucho la atención ya que le pareció hermosa; así
que decidió llamar su atención y se puso a dar vueltas por el cielo, traspasar
nubes y hasta robarle un beso, ella se quedó desconcertada y le paró el vuelo
preguntándole que cual era su problema porque ella estaba disfrutando de la
tranquilidad de las nubes hasta que llegó Dracón a destruir lo que buscaba
aunque ya no le importaba. “Mucho gusto mi nombre es Esmeralda Rogen y vengo de
un planeta muy cercano a la Tierra, más conocido por vosotros como Marte, el
planeta rojo y claro que había mucha vida, el problema es que no se respiraba
seguridad porque hemos sido protagonistas de una terrible guerra marciana que
dejo tras de sí, miles y miles de muertos, todos los recursos vitales como lo
son la comida y el agua comenzaron a escasear hasta que no hubo para nadie y
los pocos dragones que sobrevivimos; marchamos al exilio para otros planetas y
galaxias cercanas, mis padres me dijeron que permanezca quieta en este lugar y
que ellos iban a por mi hermano menor Mery, espero que regresen pronto.”
Después de un largo paseo por las montañas más altas de la Tierra y charlas
de varias horas, nuestros protagonistas se conocieron muchísimo mejor, los
padres de Esmeralda volvieron sanos y salvos junto a su hermano Mery, después
de tantas suplicas por parte de los muchachos, los Rogen decidieron quedarse a
vivir en la Tierra; el consejo de los veinte dragones les proporcionó una casa
flotante por motivos de guerra y allí vivieron contentos, por lo menos dos
siglos. Dragón y Esmeralda siempre volaban juntos, eran inseparables
porque gozaban con la compañía del otro más que con nadie, por eso no podían
separarse por más de cinco minutos; porque volaban rápido a la puerta del otro
para contar una nueva anécdota del día o simplemente para darse un beso
profundo o un abrazo especial, que carajo se amaban y se lo demostraban siempre
que podían hacerlo.
Una noche cualquiera hablando sobre la vida decidieron hacer las maletas para
irse a vivir juntos para su primera casa flotante en la cual podrían ser
felices compartiendo momentos maravillosos al lado del verdadero amor, se
sintieron más preparados que nunca y decidieron contar la nueva buena a sus
padres así que los reunieron en una cena elegante en casa de los Rogen y al
finalizar el postre, los dos soltaron que se iban a marchar juntos a vivir para
hacer su vida de dragones comprometidos por el poder del amor; no cabían en la
mesa por tanta alegría que sentían en sus corazones, abrieron una botella del
mejor champán, los felicitaron como nunca y las dos familias se pusieron de
acuerdo para regalarles su primera casa flotante, cuando los enamorados
presenciaron la sorpresa, se quedaron de piedra y comenzaron a sonreír
agradeciéndoles por el gran gesto que habían tenido. " Existen historias
interminables y un solo amor verdadero, el corazón tiene un brillo especial
cuando estamos juntos".
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domingo, 4 de septiembre de 2016
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