Hace un día soleado
en la cabaña del señor Zorro porque limpiando la casa se encontraba, cuando de
repente sonó el pesado ruido del timbre, no quería abrir ya que andaba amargado
como casi todos los días; así que al final cuando ya no escucho nada más, se
dignó a salir para ver si le habían dejado algún paquete o alguna carta en el
buzón y así fue ya que al salir se encontró con una caja misteriosa pequeña de
color negro, no había ni rastro de nadie. Ya no le importaba, simplemente
quería llevar esa maldita caja hacia el comedor y desayunar huevos revueltos
con pan como todas las mañanas, desde que se terminó la relación con Mía; hace
un año y medio, nada volvería a ser igual y como sabía a la perfección lo que
había ocurrido. El señor Zorro había engañado a Mía con una señorita que vivía
en una zona llamada “caverna del infierno”, un lugar que quedaba cerca de la
cabaña en donde estaban viviendo Mía y Zorro. El bosque se llamaba “cielo boreal”,
era una zona muy tranquila. A todo esto Zorro prefirió no volver a molestar a
Mía & así fue hasta que un día sin previo aviso el pasado disfrazado de
princesa decidió volver para restregarle en la cara lo que había perdido, ya
que su querida Mía dentro de unos días estaría casada con un príncipe llamado Julio.
Nadie pudo encontrar a Zorro ese día, se había ido muy lejos.
Después de una
ducha fría, nuestro protagonista decidió abrir la caja y se encontró con una
nota en la cual decía: "Conocemos
tu historia por eso hemos decidido darte un regalo, esperemos que disfrutes y
no intentes cambiar el pasado porque acabarás muerto " -Empire YF. También
contenía un reloj de muñeca bañado en oro, que jamás había visto, se lo probo y
le dio a un pequeño botón rojo que poseía el artilugio, se quedó de piedra
porque en cuanto se despertó del sueño en el que creía estar, se dio cuenta de
la verdad, estaba en el futuro.
Tenía en sus manos
un maldito reloj del tiempo, podía estar donde quisiese sin cambiar nada, sólo
quería saber la verdad y se puso en marcha; fue hacía su pasado, pensó que ya
tendría tiempo para el futuro que debía cambiar su presente y que mejor maestro
que el pasado. Así que allí estaba en la habitación de Mía un mes antes de que
se fuese de casa, justo en los días en que él la había engañado y se quedó
atónito porque la vio llorar más que nunca, también se dio cuenta de todo el
daño que le había causado día tras día durante ese largo mes, no pudo contener
las lágrimas y decidió volver a casa.
Lo primero que hizo
fue llorar, lo segundo guardar el reloj en algún lugar seguro de la cabaña y lo
tercero prepararse para hablar con su verdadero amor, se puso su mejor traje y
llegó a la casa de los Trokeron, tocó la puerta como nadie y después de un rato
el padre decidió abrir; comenzó contándole lo que había sucedido, resumiendo
que un asesino había entrado en la habitación de Mía y le había clavado un
puñal directo al corazón. Todos iban vestidos de negro y no había luz más que
de velas, había una mezcla rara de sonidos en el ambiente. Se escuchaba música
clásica de fondo, unos cuantos llantos y muchas lamentaciones. Zorro se quedó
de piedra cuando se acercó al ataúd, vio a Mía rodeada de pétalos rojos y
blancos, vestida con el vestido rojo que tanto le gustaba, sintió rabia por no
valorarla cuando estaba viva y sufrió como nadie esa noche; le dio un beso en
la frente y se fue a su casa, no aguantaba más el dolor y decidió ir para el
pasado solo para verla sonreír por última vez.
No podía resignarse
a perderla sin luchar, pensaba en devolverle la vida y si eso significaba
morir, no le importaba nada ni siquiera su vida; su corazón estaba con Mía, no
le funcionaba sin ella y quería dar con el cabrón que acabo con la vida de tan
maravilloso ser para destruirlo con sus propias manos. Cuando llegó a su casa
se encontró con un desastre, habían entrado en su casa para robar, corrió al
cuarto secreto para ver si estaba el reloj y tuvo suerte ya que no habían
encontrado el pasadizo oculto para poder llegar a la habitación escondida de su
cabaña; se acostó un rato para tranquilizarse y al despertar se fue al pasado,
al mismo día de la muerte de su querida Mía para presenciar la escena y
resolver los errores de la vida. Al parecer Mía no se olvidaba de nuestro protagonista
y su comprometido no lo soportaba, así que le clavo un puñal directo al corazón
y huyo de manera cobarde hacia el suicidio. Julio leía el diario de Mía y en
una de las tantas páginas que escribió sobre Zorro, escribió que pensaba
perdonarle todo y volver con él. No quería ver a Mía con Zorro y le consumían
los celos y la envidia.
Hay personas que
merecían miles de años más, las estrellas brillan porque te conocen y pueden
apreciar tu luz. Nos veremos en las estrellas...