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miércoles, 12 de agosto de 2020

Animales


Me encantan los animales en general aunque ahora soy más de gatos. Empece teniendo una gata blanca llamada Kitty y con unos ojos preciosos color azul cielo. La tenemos desde que era una cachorra, es increíble lo que me transmite; tanta paz y armonía, me recuerda al sentimiento de estar sola escuchando música clásica de Mozart, Beethoven, Bach, entre otros grandes compositores de la historia. Fumandome un cigarro de liar y viendo pasar el tiempo sin prisas, solo sintiendo la melodía del día. Esa paz que siento al verla dormir y que no se levante con ningún ruido. 
Hablando de gatos, hace unos meses vino una gata más hacernos compañía llamada Simba, me recuerda a un pequeño lince con sus rayas negras y grices; tiene unos preciosos ojos verdes. Es increíble verlas juntas todo el tiempo, como se limpian entre ellas y se cuidan ese pelaje tan bonito que tienen. Ese poder que tienen juntas, su complicidad cuando juegan o verlas durmiendo al mismo tiempo. Cada una tiene su carácter bien marcado y nadie puede con ellas cuando hacen travesuras, siempre juntas como arena y mar, como la Tierra y el sol. No existiría una sin la otra, no habría luz sin oscuridad, no existiría el amor sin haber conocido el odio antes...
Veo la vida en sus ojos, veo la luz del día y veo también la oscuridad en sus ojos, me recuerdan a la noche acompañada de la luna. ¿Que sería de nosotros sin nuestros pequeños compañeros de vida? Esos pequeños animales como los llamamos que nos acompañan en las buenas y en las malas, que nos hacen la vida más feliz. Y que amamos tanto. 
                 Kitty 🐱 y Simba 🐱 

martes, 24 de marzo de 2020

Décimo Día

Es increíble como pasan los días, dos días seguidos de lluvia parece que el tiempo se puso de acuerdo con nuestro encierro. Todas las luces de las ciudades parecen estar apagadas desde que no hay nadie en la calle y salen los seres vivos como los pájaros a cantar a disfrutar de la libertad. El dinero y el poder pasaron a segundo plano cuando empezó todo lo del Covid19 porque supimos la importancia de la salud y de la unión para salir de esta bendita cárcel de la que nosotros mismos somos los únicos responsables. Los humanos no nos merecemos la Tierra y aún así nos da una segunda oportunidad para unir nuestra fuerzas, algo tan simple como estar en casa nos cuesta tanto. Pensad en todas las personas que viven en la calle que no están cómodos en un sofá viendo la televisión, esperando a comer comida calientita por no saber que comerán hoy o mañana. O pensad en los presos de verdad que pasan años y años en una celda esperando un día salir de allí, ellos si que lo tienen jodido y nosotros nos quejamos por quince días más. Lo que se nota en este encierro es que no estamos conformes con nada por eso la importancia del tiempo y de la felicidad para ser más amenos estos días. Por eso no vale la pena enfadarse con los tuyos... 
Mis sentimientos son como una montaña rusa, una veces bajan cuando no te siento cerca y otras veces suben a toda velocidad cuando pienso en ti, me hace pensar en el tiempo que pasamos buscando un amor imposible y de hecho, todo el tiempo lo teníamos delante y no sabemos valorarlo. Por eso no me gusta enfadarme contigo porque siento que perdemos tiempo estando lejos aunque estemos a centímetros de distancia. 
El encierro nos enseña lo que de verdad signica amar a una persona o a tus familiares por no tenerlos cerca, a valorar cada segundo escribiendo o dándote un beso que nos haga volar hasta el confín del universo. Haciendo el amor hasta quedarnos sin aliento o hasta quedarnos sumergidos en un sueño que sólo entendemos los dos. 

lunes, 27 de mayo de 2019

Cruz y Raya

Había una vez en un planeta de color rojo, en el reino de Ruslania en alguna galaxia perdida por el universo, más conocida como Calipso-29, unos habitantes mutantes que disfrutaban de cuatro soles por día; las noches, más bien frías, y las nubes tenían un color amarillento, que precipitaban en pequeñas gotas de oro y solía haber pilas inmensas donde los mutantes recolectaban material amarillo para la construcción de mansiones y muebles para la decoración del hogar.
Muchas habitantes de Ruslania no podían permitirse vivir en mansiones ni mucho menos, así que tenían que vivir en cuevas, yo viví en una de ellas, en realidad tenía de todo y no podía quejarme. Había una cama hecha de paja y una pequeña estufa hecha con piedras en el suelo, tenía un pequeño pozo donde solía extraer agua de la montaña y un par de utensilios que iba recolentando de los bosques verdes de mi reino, que me servían para cazar ciervos o pescados de los ríos rubíos, también recolectaba frutas de los arboles. También tenía un manantial donde nadaba por horas, con la música de la naturaleza y disfrutaba de la compañía de un mutante se llamaba Risco, le encantaba nadar conmigo y pasabamos juntos todos los días; la verdad parecíamos dos enamorados disfrutando de las pequeñas alegrías que da la vida. Adoraba sus brazos porque las horas se pasaban volando cuando estaba entre ellos, sus besos sabían a miel y sus manos eran calientes como la lava de un volcán.
Me apodaban Yuls y poseía el poder más grandioso de todos, podía cruzar portales de tiempo, además de montañas y cualquier estructura física. Podía ir de galaxia en galaxia y del pasado al futuro cuando se me antojase, he visto tantas veces el pasado, que prefiero no volver jamás y vivir el presente para no dañar mi futuro, renaces y mueres cada vez que vas al futuro por eso me quedo en el aquí y ahora. Esa frase de es ahora o nunca, es  la bendita realidad; no desperdicies vuestro presente pensando en un futuro que aún no ha llegado, vivan la vida...
En cambio, Risco, poseía el poder de volar como las aves, amaba lo que conseguía porque siempre me llevaba con él y me enamoraba un poquito más cada vez que me llevaba cerca de las estrellas, siempre quería regalarme la que más brillaba. Por eso, no me faltaba nada porque cada vez que miraba al cielo y veía brillar a las estrellas, sabía que Risco volvería y me acurrucaría en sus brazos hasta dormirnos.
"Todos reímos y sufrimos en el mismo idioma, dicen los Aldeanos, escribe y deja que hable el corazón."

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Voy a narrar la bonita historia de un dragón llamado Dracón, un tipo grande con una piel oscura de color verde militar con manchas color esm...