Sitios Mágicos

Veía solo verde, montañas y un montón de pinos; se respiraba tranquilidad y me encontraba con el señor Salou, era un superhéroe muy respetado entre los mutantes, con su mujer Limbaya capaz de teletransportarse si así lo deseaba y con Súper Boy; que tenía varios poderes en verdad. Súper Boy, podía leer mentes, así que le era fácil controlar a los humanos aunque no desperdiciaba su poder en pequeñeces; también poseía el poder más perfecto de todos, podía volar como las aguilas y ver todo desde lo más alto de las montañas.

Mi nombre es Esmeralda Rogen, tengo varios poderes como mi hermano Rino, le apodamos Súper Boy por todo lo que sabe; puedo hacerme invisible como los fantasmas y también puedo viajar en el tiempo, sin embargo, aun no lo controlo tan bien, porque algunas veces me dan sueños en los lugares menos esperados y tiendo a desaparecer sin sentir nada, reaparezco en el pasado o en el futuro sin pedirlo; después del viaje vuelvo al presente y regreso a la realidad. 
La luz le ganará siempre a la oscuridad, por tanto, el amor siempre le ganará al odio; no hay fuerza menos conocida y tan poco agraciada en la Tierra, hay que sufrir para poder tenerla aunque vale la vida sentir algo tan puro y sincero como lo puede ser amar y ser amado, no todo el mundo sabe amar, aunque todos podemos llegar a conocer a tan dichoso caballero...

Cuenca es un sitio precioso para renacer cuando viste todo perdido en la batalla, dan ganas de volver a empezar a vivir con más fuerza que nunca, no hay que rendirse por nada del mundo ni mucho menos por nadie. Que viva la vida con sus pros y sus contras, que viva la vida con música y amor.

Promesas Incumplidas

Fue un día increíble ya que viaje en mi nave a través del espacio-tiempo, al final terminaron siendo lo mismo y eso parece increíble; me acompaño mi amiga terrícola Sharon y vino con nosotras Estrella, que venía de vacaciones por navidad. Estábamos un poco perdidas por el espacio y conseguimos llegar a un planeta desconocido que tenía el nombre de G-304. Había gigantes de tres cabezas, casas hechas de comida como con chocolate o nubes que estaban deliciosas, porque eran algodón de azúcar; además de ver unicornios de diferentes colores y más animales fantásticos como dragones o el mítico ave fénix, lo más inusual del asunto es que las criaturas que allí habitaban podían comunicarse con nosotras y nos llegamos a entender bastante bien.
Después de un rato de conocernos, nos llevaron a un castillo inmenso que tenia miles de habitaciones cerradas; cada puerta encerraba un secreto, tenía varios cuartos de baño y cientos de cocinas mágicas,  en cada una de ellas habían dos robots, uno se encargaba de las bebidas y el otro, de la comida. Llegamos a pedirle al robot de la comida una pizza gigante, tardamos un siglo en terminarla; también pedí una mesa hecha de fresas y al robot de la bebida le pedí una mega bebida de coco, estaba todo delicioso y no podíamos parar de perdirles más cosas, hasta que engordamos tanto que no podíamos salir por la puerta del castillo. Fue uno de los momentos más felices de mi vida, el ave fénix nos recomendó entrar por la puerta de las pastillas; nos dijo que con solo una pastilla del árbol rojo podíamos bajar de peso y volver a nuestras casas, entramos y fue maravilloso, habían cientos de árboles con bolsitas de colores, cada árbol tenía un color diferente. Buscamos el árbol rojo como locas hasta que lo encontramos, nos llevamos unas cuantas bolsitas y salimos pitando.  Nos la tomamos y regresamos a nuestro peso ideal, decidimos poner fin a nuestro viaje y nos despedimos del castillo de los sueños rotos, también de las increíbles criaturas fantásticas que conocimos y nos subimos a la nave; comenzamos a llorar y veíamos de lejos a nuestros amigos alzando las manos, sonreímos y nos fuimos a la velocidad de La Luz , viajando hacia la galaxia Vía Láctea, concretamente para la Tierra para poder dejar a Sharon en su casa y después pasar dejando a Estrella en la escuela de magia; al final, decidí quedarme por el planeta Júpiter para darle una visita a mi bisabuela Luz Smith de los tiempos pasados cuando vivíamos con los extraterrestres.
24-11-16 "Que viva la vida con su dolor y con su alegría".

Fantasías Memorables

Mi nombre es Sharpey Queen y vivo en la villa de Metrópolis, hace dos años estuve en un túnel de tiempo, fui con mi amiga terrícola Sharon Rodríguez; mejor conocido como agujero de gusano, así me contó Shari que lo llamaban en la Tierra. Llegamos a una cueva inmensa que parecía no tener final, la recorrimos entera y después de caminar por dos horas lo conseguimos, llegamos al paraíso.Había un manantial con el agua cristalina, parecía un espejo que reflejaba recuerdos perdidos y se nos ocurrió darnos un baño en sus aguas para ver lo que nos perdíamos en la vida y de mi parte, decidí cambiar de perspectiva y ver la vida con más color; comimos lo que llevamos de casa, el agua estaba calientita y no parábamos de ver animales exóticos como pulpos con treinta brazos o los súper murciélagos con colores diferentes como azul y amarillo. Fue maravilloso encontrar aquella cueva que bautizamos como Fantasías Memorables, nunca olvidaremos que allí descubrimos la fuente de los deseos, con solo beber un poco de su contenido podía cumplirse cualquier deseo que pidieses. La única regla parecía simple, tener el corazón tan puro como la inocencia de un niño, algunas fantasías como volar o leer mentes dejaron de parecer ficción porque ese solo fue el principio, ya que llegamos a conseguir la vida eterna, porque pedimos la inmortalidad con todas nuestras fuerzas.
Lo conseguimos la verdad, vivimos más de mil años terrestres y vimos a la muerte tantas veces de frente, que dejamos de contar los días para no sufrir tanto; vimos más de lo que cualquier mortal podría aguantar, vimos tanta destrucción junta y tanta maldad, que llegamos a cansarnos de la vida y ya nos había parecido suficiente tiempo vivido. Llegaba la hora de devolverle sus años a la muerte, nos dimos por vencidas en el amor tantas veces que terminamos con el corazón partido en miles de pedazos, aceptar la muerte de quién se amaba era la parte más difícil de seguir con vida; ya no creíamos en el amor y pasábamos de sus encantos, aunque lo tuviésemos de sobra, nunca me falto amor en mi corazón porque siempre fui feliz con mis desiciones. Terminamos viviendo solas en la cueva mágica y pedimos nuestro último deseo juntas, decidimos ser mortales de nuevo y aceptariamos lo que viniese con valentía, sabiduría y claro, con buena música...
23-11-16  "La vida tiene un perfume especial y me encanta su esencia".

Recuerdos Fugaces

Había una vez en un lejano reino llamado Sueños Rotos, Estrella Méndez, era una niña preciosa, que tenía los ojos color miel y con una sonrisa especial, por las noches frías con su luz podía iluminar todo el bosque encantado y llegaba hasta regalarles brillo a las estrellas del cielo. Ella era tan fuerte como una roca y valiente como un superhéroe, sus lágrimas podían valer tanto como un diamante; tenía en sus manos un poder bastante valioso, tenía la capacidad de leer mentes, por eso vivía en el lugar más tenebroso del planeta Júpiter. La pequeña Estrellita tenía siete añitos cuando comenzó escuchando los verdaderos pensamientos de sus padres, le sorprendía las mentiras que decían los adultos y le chocaba que tuvieran poca fuerza para amar sin máscaras ni pretensiones. Estrella ya contaba con doce años de edad e iba a comenzar su primer semestre en la escuela de magia Consejo 57, allí podría aprender más sobre su poder y sobre los magos, ya que sus padres no la dejaban juntarse con nadie del exterior y no podía salir sola, siempre con su madre Cassi y con su padre Spike Méndez; no sabían nada de magia ni siquiera creían que existiese, sin embargo, su hija les demostró lo contrario, además Cassi había olvidado decirle a su pequeña hija y a su esposo Spike que su bisabuela había sido bruja y que se conocía todo hechizo.
Tuvo la oportunidad de conocer la magia más a fondo y de controlar la telepatía casi a la perfección, podía usar su poder sin herir a nadie, también pensaba que podría cambiar el mundo leyendo mentes y conocer la verdad última de cualquier sujeto que intentase engañarla; poseía paciencia infinita y no podía sentirse más contenta. Hasta que cumplió dieciséis años y decidió tener su primer novio.
Una nueva familia había llegado al reino, se apellidaban los Jonson y venían con un chaval de diecisiete años, con ojos color infierno llamado Jeico Jonson; tenía el poder más increíble, podía volar como las aves y era tan ágil como un águila, ya que siempre conseguía lo que quería para bien o para mal. Jeico era dulce como la luna por la noche en febrero y amargo como el sol a las siete de la mañana después de no haber dormido en días, ella estaba enamorada y hace meses que no lo veía porque estaba estudiando en la escuela de magia, estaba en el último curso y solo le quedaba un año para terminar.
De repente, mira por los ventanales de la escuela y miro a Jeico de reojo, así que desesperada por salir pidió permiso para ir al servicio; estaba en el primer piso cuando se reencontró con su amor platónico, lo que Trella no sabía es que Jei no paraba de pensar en ella. Se saludaron con un beso en la mejilla y el amor se dio como cuando bebes alcohol para calmar tus penas, cuando ya sabes que no hay retorno; desde ese día no paraban de verse y de probar sus poderes juntos, cada vez que se miraban el amor crecía más hasta que decidieron vivir juntos para toda la vida.
Sus caminos se unieron y nunca pararon de enamorarse...

Montesquieu

"Si yo supiese algo que me fuese útil y que fuese perjudicial a mi familia, lo expulsaría de mi espíritu. Si yo supiese algo útil para mi familia y que no lo fuese para mi patria, intentaría olvidarlo. Si yo supiese algo útil para Europa y perjudicial para el género humano, lo consideraría como un crimen, porque soy necesariamente hombre mientras que no soy francés más que por casualidad."

El Tiempo

Les contaré sobre un nuevo protagonista, su nombre es Tiempo y tiene dos buenos compañeros de vida, una compañera se llama Vida y el otro compañero se llama Muerte; esos dos no pueden existir sin el otro, desde siempre están enamorados y nunca pueden separarse. A la Muerte le gusta contar los días para volver a verla, porque la echa de menos y a la Vida le encanta que aproveches el tiempo con alegría y amor, para que cuando vea a su gran amor tenga nuevas historias que contarle. Como iba contandoles la Muerte y la Vida están enamorados desde hace siglos, él no para de perseguirla, porque no puede vivir sin el último suspiro de la Vida y ella, también enamorada no deja de cumplirle sus grandes deseos a la Muerte, la Vida miente cuando le dice a Tiempo que quiere verlo por última vez, un día más para la Muerte y un día menos para todos vosotros.
La vida tiene muchos colores y la muerte solo tiene un color, el negro...
En cambio, a Tiempo no le importa los reclamos de nadie, prefiere ser paciente y ver qué decisión tomarán esos dos respecto al camino que elegirás. Solo persiste en contra de las barreras de La Luz, una dama bastante rápida y eficaz, en su lucha contra el tiempo. El Tiempo la adoraba hasta que La Luz comenzó destruyendo todo lo que él amaba y le borraba recuerdos importantes de sus vidas pasadas, después le mintió diciéndole que le amaba y que debía permanecer por periodos cortos a lo largo del infinito; al final se separaron para siempre, ya no podía estar con ella sin morirse en el vacío existencial. Prefería quererla de lejos y disfrutar de su poder sin tocarla ni un segundo.
No se olviden de vivir la vida con alegría, disfruten del tiempo con los que aman y no se preocupen por la muerte ni el pasado. Miren para el frente, que el futuro nos espera con nuevas sorpresas.
(Hoy naciste pequeño, te queremos sin conocerte Santiago, para ti con amor Yuyu)

" Tortugas Enamoradas "

Había una vez en un lejano planeta llamado Lepanto en una pequeña choza de piedra cerca del mar de las Estrellas Rojas, el color de sus profundas aguas era anaranjado; donde vivía una pequeña tortuga simpática llamada Furia. Se levantaba a las once de la mañana hambrienta y se iba corriendo para el mar de las Estrellas Rojas, salía por una puerta hecha con conchas y unas cuantas perlas de colores en busca de desayuno fresco, tenía ganas de camarones con un par de algas y salsa de ostra. Después del gran desayuno , decidió darse un chapuzón para lavarse bien y empezar el día con más ganas; se hicieron las dos de la tarde y volvía para su casa mojado aunque con ganas de irse a comer a la cabaña del tío Tom, aunque antes quería ver a las tortugas que venían de un planeta que conocemos por la Tierra. Le llamaba la atención una tortuga en especial, tenía cien años terrestres y la llamaban Celeste, por el color de sus ojos y también tenía unas orejas peculiares, las tenía de color negro. Le parecía perfecta y quería ser su novio, solo que no sabía cómo acercarse y prefería no molestarla...
Un día cualquiera Celeste se acercó a nuestro protagonista preguntando por la hora y tuvieron oportunidad de tomarse una tacita de café juntos. Furia no se equivocó cuando dijo te amo por primera vez; estaban enamorados, fue como si cupido les hubiera flechado con la misma flecha, murieron juntos un 26 de noviembre del año 1990 por la mañana, en la orilla del Mar Caribe.